El sistema masticatorio es una unidad compleja capaz de realizar movimientos fisiológicos de cierre, de apertura y de lateralidad, cuya finalidad es llevar a cabo la función de masticación, deglución y fonación, y cumple un rol importante en la expresión facial. Los trastornos de la ATM son problemas de las superficies articulares condilares, del disco articular, de los ligamentos y/o de los músculos de la masticación que conectan la mandíbula inferior con el cráneo. Pueden ser causados por predisposición genética (hiperlaxitud, malformación ósea), artritis, traumatismos con o sin fracturas, anquilosis, alteración de la alineación dentaria, tratamientos ortodóncicos no adecuados, luego de una cirugía de terceros molares prolongada, hábitos parafuncionales (bruxismo) y en ciertos casos se desconoce la causa. Se debe tener en cuenta que el estrés y la mala postura corporal acentúan los trastornos temporomandibulares, así como una alimentación deficiente y la dificultad de conciliar el sueño. Los síntomas que se observan pueden ser: - Ruido al abrir o cerrar la boca - Dificultad para abrir la boca - Imposibilidad de mover la mandíbula - Dolor en la zona de la ATM - Dolor facial, de cabeza, de oído o cuello y hombros - Sensación de apunamiento (oídos tapados) - Espasmos musculares - Alteración de la oclusión dentaria. Generalmente el paciente va a la consulta por la presencia de dolor ya sea en la zona de la ATM o en la zona del oído, sien, mejilla, mandíbula, dientes, cuello y hombros (denominados punto gatillo). El tratamiento puede variar desde un simple cuidado del paciente como evitar aperturas bucales excesivas, no ingerir alimentos duros, ni bocados grandes, aplicar calor húmedo o frío (dependiendo del caso), tomar medicamentos controlado por su odontólogo, realizar ejercicios específicos para la articulación, usar placa o férula de relajación, hasta tratamientos como la artrocentesis, artroscopía o cirugía de la articulación.
Es un hábito parafuncional que consite en apretar o frotar los dientes en forma inconsciente, generalmente se produce cuando el paciente duerme, y en algunos casos, cuando el paciente está despierto y ocupado o concentrado en su trabajo o estudio, y sin darse cuenta está apretando o rechinando sus dientes. El bruxismo nocturno es incontrolable mientras que el diurno, el paciente lo puede hacer consciente y relajar la musculatura de la articulación témporomandibular (ATM). Aparece por una combinación de causas: está siempre presente el factor local o dentario (falta de piezas dentarias, desalineación oclusal, contactos prematuros, etc.) más un factor psicológico (cansancio, estrés, problemas laborales o familiares no resueltos). Las consecuencias de esta parafunción: desgaste de las superficies dentarias, fracturas de dientes o prótesis, dolor o sensibilidad dentarias, movilidad dentaria, hipertrofia de músculos maseteros, problemas de ATM, dolores o ruidos articulares, mareos, vértigo, problemas acústicos, etc. Tratamiento: existen las placas de relajación o de reposición mandibular, las cuales ayudan y alivian la sintomatología pero no curan el bruxismo, terapia kinésica, aplicación de calor húmedo, etc. Placa de relajación o reposición mandibular La placa de reposición mandibular es un dispositivo de acrílico duro que se ajusta a las superficies oclusales e incisivas de los dientes del maxilar superior generalmente, en algunos casos se colocan en el inferior, creando un contacto uniforme con los dientes de la arcada antagonista. El objetivo es reposicionar la mandíbula que adquirió una posición patológica ya sea por ausencia de piezas dentales, desalineación de la arcada, contactos prematuros, desgastes de superficies oclusales dentales, etc. Se debe usar cada vez que el paciente va a dormir, también durante el día, cuando esté solo o no tenga necesidad de hablar, el objeto es que la use entre 8 y 12 horas diarias. Dificulta el habla y la ingesta de alimentos o bebidas, por lo cual no se debe usar durante esos momentos.
